Juan Merodio: "La
transformación digital no es estar en las redes, sino aplicar modelos de
gestión disruptivos"
.
La transformación digital es un concepto cada día más en boca de las
empresas y que ven como el siguiente paso para adaptarse a la nueva realidad
económica, pero al cual siguen mirando de manera egocentrista. El motivo de
verlo así radica en que esta evolución es un
proceso de cambio de management interno en primer nivel, que
no ha de limitarse a crear nuevos puestos que incluyen la palabra digital o
social -que por supuesto son necesarios pero enmarcados ya que de lo contrario
serán puestos que no tienen el peso en la empresa que debieran ni los recursos
para ello- pero ha de ir más allá de estos.
Para empezar el proceso de transformación digital, lo primero que una marca ha de tener claro es lo que quiere hacer y
en segundo lugar buscar los recursos para ello. Una vez hecho esto
el siguiente paso es contratar un CDO (Chief Digital Officer) como responsable
de llevar al éxito esta transformación e impidiendo su desaparición y muerte
progresiva.
¿Suena radical? Es tan radical como el cambio que vivimos en la empresa
donde los usuarios han tomado gran parte del control indirecto de las
compañías, y aunque muchas compañías sigan sin verlo, están en sus manos en un
mayor porcentaje que años atrás.
El problema viene cuando muchas de las actuales (que siguen funcionando no
porque estén haciendo bien las cosas, sino por la inercia empresarial que
acumulan de años de posicionamiento), al no poner en marcha acciones con
relativa rapidez, comienzan a perder negocio, llegando en algunos casos a hacer
desaparecer a la empresa, por grande y potente que sea hoy.
Por ello me gusta establecer varias fases que la empresa vive hasta llegar al punto de comienzo del cambio:
Ser como un avestruz que esconde su
cabeza bajo tierra y se crea su propia realidad. Esta es la postura que
adoptan muchos altos directivos y empresarios los cuales esperan a que pase el
tsunami digital, lo que les lleva a vivir en una situación de ceguera a los
cambios y por lo tanto perder la posibilidad de una correcta adaptación.
Ir contra el "problema". Se genera una creencia
de que es un problema y quieren enfrentarlo, intentando apartarlo a toda costa
en lugar de convertir un aparente problema en una ventaja competitiva para la
empresa.
Darse cuenta que es algo real. En este momento entran
en conciencia que esto es algo real y que hay que adaptarse y lo hacen de
manera poco profesional, invirtiendo pocos recursos y creyendo que así será
suficiente. Pasado un tiempo se dan cuenta que no es así, que es una parte del
negocio nuevo que requiere de profesionales cualificados y de una reordenación
del modelo estratégico de negocio.
Me urge tener resultados rápidos. Después de un tiempo se dan cuenta que no se obtienen buenos resultados y
toman conciencia real de la magnitud del cambio que es y éste es el momento
real donde entran las prisas y deciden ahora si hacerlo de manera real y
profesional, con una inversión en recursos a la altura y una profesionalización
del departamento.
Considero que actualmente muchas empresas están en la transición del punto
3 al 4, por lo que deben focalizar sus esfuerzos en liderar y gestionar el
cambio digital a la nueva realidad empresarial si quieren seguir siendo
competitivos. Me gustaría finalizar resumiendo que la transformación digital no tiene nada que ver con redes sociales,
sino que es una parte más estratégica y de management del
negocio, que tiene su finalidad en hacer evolucionar a la empresa a una situación
de realidad del consumidor con el fin de hacerla sostenible y rentable en el
tiempo.
Juan Merodio, Blogger, conferenciante y
asesor internacional en márketing 2.0, redes sociales, 'management' y
emprendiduría